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Por Donatella Lockhart

Fotos: Cortesía Galería Alfredo Ginocchio

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Como un fénix renaciendo de sus cenizas la Galería Praxis reabrió sus puertas hace cuatro años como Galería Alfredo Ginocchio. Tuvimos el honor de tener un estand para Casas&Gente en Zona Maco enfrente del galerista, que también abrió un espacio para jóvenes diseñadores de muebles y objetos. La decisión de incluir el diseño en el proyecto de la Galería Alfredo Ginocchio vino de varias conversaciones entre Alfredo Ginocchio, su colaboradora Mayra Nakatani, que ahora es la directora del proyecto y Ale de la Puente. Entre los tres se decidieron tres influencias para la selección de los diseñadores, el cinetismo tan querido por Alfredo Ginocchio, que en el diseño se tradujo en esas lámparas con juegos de luz, que pudimos apreciar desde los años sesentas en esas tiendas trendy de París y que diseñadores de hoy reinterpretan a su manera, la influencia japonesa territorio de Mayra Nakatani, con un doble juego, una artista mexicana que vive en Kioto y un artista japonés Hiroshi Okuno que vive en México.

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El proceso de selección incluye el: i+i, lo insólito y lo inusual, por eso son objetos con un uso transformado o al contrario brutos en su esencia, que podemos ver en la galería. La selección de los artistas, mexicanos en su mayoría, participan en diferentes medios desde iluminación hasta cerámica, pasando por el arte objeto en metal. La interacción con el mundo japonés se presenta gracias a Monserrat Loyde una mexicana de 36 años que vive en Kioto. Hiroshi Okuno hizo la trayectoria inversa y llegó de Japón a México para desarrollar su pasión por la cerámica. Monserrat Loyde totalmente inmersa en la cultura japonesa, estudia actualmente la muy precisa Ceremonia de Té en The International Chado Institute Urasenke en Kioto, Japón. Su técnica del esmalte la aprendió de Hilda San Vicente, técnica que le sirve para realizar sus objetos tan personales. El diseño en cerámica la llevó también a diseñar una serie de joyería en porcelana. Ale de la Puente, a la manera de los mejores maestros, se fue al extranjero gracias a la beca de los jóvenes creadores del FONCA, para poder perfeccionar lo que más le apasiona. Lo que nos interesa mucho en Ale de la Puente es su problemática sobre el tiempo, como decia Pic de la Mirandole: “Presente en todo y siempre invisible”. La noción del tiempo en Asia es distinta, como lo hemos visto en C&G no 265 y parece representar un lujo en nuestra civilización. Todo tiene la virtud de reducir este espacio de reflexión, de duración, donde uno disfruta de las cosas sencillas de la vida. Ale de la Puente reflexiona sobre todo esto en sus diseños. La Galería Alfredo Ginocchio se encuentra en Arquímedes 175 en la ciudad de México